
No hace falta ser un aficionado del true crime y la crónica negra para que el apodo de “El solitario” te suene. Quizás es menos probable que conozcas su nombre real, Jaime Giménez Arbe, pues durante los años que duró su actividad delictiva nadie conocía su identidad, solo cómo operaba: atracaba bancos en solitario, disfrazado con una barba postiza y una peluca para esconder su rostro. Se le atribuyen una treintena de robos a mano armada y el asesinato de una pareja de guardias civiles durante una huida. Ahora, su historia vuelve a ser contada en ‘La caza del solitario’.
Suscríbete ahora a Movistar Plus+ por 9,99€/mes sin permanencia
Quien lo hace no es otro que Carles Porta, referente del true crime español, que tras hacer para Movistar Plus+ la docuserie ‘Luz en la oscuridad’ ahora presenta en la misma plataforma este especial de tres episodios, ya disponibles. “No hay una efeméride, no hay nada en concreto, sencillamente que después de casi 3 años investigando esta historia, recopilando datos y construyéndola, vemos que es el momento en que está madura”, cuenta a Fotogramas.
A esa conclusión de maduración llega a través de la consecución de material necesario y testimonios. “Aquí había dos dos líneas. Una era el propio solitario, Jaime Giménez Arbe, y esa línea se autocerró porque él pedía dinero y planteaba unas condiciones que no podíamos aceptar”, expone Porta, “La otra línea era el thriller policial, que es lo que hemos hecho, y para poder hacerlo necesitábamos tener prácticamente a todos los investigadores directos de la historia y a la familia de las víctimas o a gente muy cercana. Ahí está el personaje de Jesús Mesa, que al final aceptó, que era íntimo amigo de uno de los guardias civiles asesinados en Castejón. Al tener todos estos elementos, consideramos que ya teníamos lo necesario para contar bien la historia”.
Ver ‘La caza del solitario’ ahora en Movistar Plus+
Como dice uno de los entrevistados en la serie documental, “El solitario” se convirtió en los años noventa y dosmil “casi en un personaje de leyenda». ¿Por qué? Carles Porta responde: “En ese momento llevaba 10 años, que acabaron siendo 14 atracando por toda España sin que nadie supiese ni siquiera su nombre. Entonces, la Guardia Civil, y después también la Policía Nacional, persiguen a un fantasma, a un espíritu. Persiguen a alguien que está atracando libremente que no deja ningún tipo de rastro y no saben quién es. Y, además, que consideran que es el autor del asesinato de dos guardias civiles. Perseguir un fantasma se convierte en una obsesión para toda la Guardia Civil y toda la Policía en España y eso le convierte en un personaje de leyenda, en un mito casi”.
Esa forma de entender la figura del delincuente como un fantasma queda plasmada estilísticamente en ‘La caza del solitario’: “Nuestra intención era conocer al fantasma a través de los perseguidores. Queremos construir un personaje que no tenemos. Lo construyes a partir de su modus operandi, de sus actos, de los pocos rastros que deja, de cómo se mueve, cómo se organiza…”.
Investigación periodística, con armas de ficción
“Nosotros siempre partimos del periodismo”, advierte Carles Porta, “y ahí hay muchísimo periodismo, investigando todo para que todo sea absolutamente riguroso y en detalle. Y luego queremos avanzar hacia una narrativa de ficción y una estética de ficción”. Así se resume la filosofía que Porta y su productora True Crime Factory, vienen desarrollando y la razón por la que sus productos audiovisuales destacan frente a otros del mismo género.
“En este caso nos hemos inspirado en el cine quinqui, que coincidía en época con con la existencia del Solitario. Y narrativamente hemos querido mantener la tensión del thriller policial porque era lo que teníamos mejor cubierto. Entonces, a cada personaje que interviene les hemos dado un papel en función del momento en el que intervienen y todo eso no dejan de ser artimañas de ficción”, desarrolla este contador de historias, “Utilizamos los utensilios que nos da la ficción para contar realidad y llevar al espectador a un terreno más cinematográfico, más puramente narrativo que no el solamente informativo. Pretendemos dar un paso más: sin perder para nada el periodismo, buscamos esa tensión narrativa”.
Suscríbete un año a Movistar Plus+ por solo 99,90€ y ahorra un 17%
La línea roja con El solitario
Volvemos sobre uno de los datos que nos ha dado Porta antes: Jaime Giménez Arbe les pidió dinero. ¿Fue esa una línea roja que decidieron no traspasar en la producción de este documental?, ¿y qué tipo de relación mantuvieron con él hasta ese momento? “El trato con él ha sido excelente. Es un personaje muy interesante y un tío muy educado. Es un gran personaje”, opina Porta.
“Primero empezamos con cartas, luego le visitamos en una cárcel y hemos hablado alguna que otra vez con él. Jaime tiene una manera de moverse por la vida muy potente, en el sentido de «aquí estoy yo, quiero esto y punto”, relata, “Esto nos ha complicado un poquitín las cosas. No podemos contar la historia como él quiere; la historia la he decidido yo. Ahí es donde empezó nuestra separación, aunque hemos seguido manteniendo el contacto”.
“La siguiente línea roja es que nosotros no podemos pagarle porque nos cuente su historia o nos autorices a contarla”, aclara el autor del documental. “Su historia es pública y, por lo tanto, lo que no hacemos es entrar en su intimidad. Contamos los hechos públicos y para eso no pagamos. Nosotros no pagamos ni a él ni a nadie. Esa es una es una posición que tenemos muy sagrada. La otra muy sagrada es hablar con las víctimas, directa o indirectamente, y ofrecerles participar. Él no es una víctima; lo son las familias de los dos guardias civiles y la gente herida en los atracos”.
Nací en Wisteria Lane, fui compañero de piso de Hannah Horvath y ‘Chicago’ me volvió loco porque Roxie Hart soy yo. Tengo la lengua afilada, pero, como dijo Lola Flores, «me tenían que dar una subvención por la alegría».