No es casualidad que la segunda temporada de ‘The Last of Us’ empiece con una escena que ya hemos visto. A pesar de que el nuevo episodio incluye el típico resumen para que recordemos qué pasó anteriormente, después de la cartela de HBO, ya en el episodio, volvemos a ver la escena final de la temporada anterior, cuando Ellie y Joel llegaban a Jackson, y tenían una tensa conversación en la que él juraba que lo que había contado sobre los Luciérnagas era verdad.
Joel mentía a Ellie respecto a haberse cargado a los tipos que querían matarla para extraer de ella una posible cura contra el cordyceps y ella no terminaba de creerle. Que volvamos justo a esa escena, incluso si después habrá un salto temporal, es esencial: aquella mentira marcará una distancia, tal vez insalvable y desde luego dolorosa, entre los dos protagonistas; una herida que será el verdadero punto de partida emocional de la temporada.
Después, y antes de ese salto de cinco años y de los títulos de crédito, otra escena casi a modo de prólogo sirve para situar las piezas antes de la partida. En este caso, se trata de mostrarnos la otra cara de la moneda de la matanza de Salt Lake City, presentándonos a un grupo de Luciérnagas supervivientes del tiroteo de Joel, con una tal Abby a la cabeza, clamando venganza. Así, nos presentan el peligro de la temporada: «Cuando lo matemos, lo haremos despacio», dice este nuevo personaje interpretado por Kaitlyn Dever.
Ya en el nuevo presente, este episodio inaugural de la temporada se consagra a ofrecernos un vistazo general sobre la nueva situación y a mostrarnos la rutina de la vida en Jackson, donde los personajes principales conviven con algunos que conocíamos, como Tommy y María (el hermano de Joel y su esposa, interpretados por Gabriel Luna y Rutina Wesley) y también a presentar a algunos nuevos, como la amiga de Ellie, Dina (Isabela Merced), o la psicóloga Gail (siempre es buena noticia tener a Catherine O’Hara en el reparto).
De este modo, ‘The Last of Us’ se recrea en algo que siempre nos atrae y fascina de las ficciones postapocalípticas, que es imaginar cómo serían la vida y la organización de una nueva civilización cuando la nuestra ha caído; queremos saber todo: qué construyen, qué comen, cómo de dividen el trabajo y cuáles son sus necesidades. En este sentido, la experiencia está a la altura de la dimensión de esta producción colosal que es ‘The Last of Us’ y han recreado una ciudad enorme en la que, sospechamos, o bien no se quedarán para siempre encerrados los protagonistas o bien acabará cayendo, porque la acción manda y una temporada en plantando remolachas en paz no tendría sentido.
Pero, por encima de la logística de la supervivencia, ‘The Last of Us’ pone siempre el primer plano la condición humana y, en ese sentido, hay dos focos que atender. Por un lado, la brecha entre Joel y Ellie abierta por esa mentira de la que antes hablábamos y, por otro, los cambios que acompañan a la edad de ella. Si en la primera temporada Ellie apenas era una niña entrando en la adolescencia (aquel primer beso), aquí está en un momento muy diferente, en el tránsito de la adolescencia hacia la edad adulta.
Toda la trama de la participación de Ellie en la patrulla de reconocimiento a caballo, desobedeciendo órdenes junto a Dina y poniéndose en peligro, está al servicio de mostrarnos esta evolución del personaje. Ellie ahora es una chica rebelde, con ganas de explorar, que no quiere acatar normas, que quiere descubrir el mundo por sí misma e, incluso, podemos entrever que con mucha rabia acumulada dentro.
Todo esto también influye en su relación con Joel pues, si bien no es su padre carnal lo es de facto, y ella está en ese momento en que un niño necesita distanciarse de las figuras paternas para encontrar y definir su propia personalidad. Lo vemos muy claramente después cuando, en la fiesta de Fin de año, Joel sale a defender a Ellie ante un comentario homófobo y ella le para los pies. No necesita que él aparezca siempre a protegerla, y menos si ella no lo ha pedido, sino que quiere defenderse sola.
Entretanto, la secuencia en el supermercado con la presencia del chasqueador aporta al episodio las notas de suspense y adrenalina necesarias, pero también apunta hacia cosas que parece que serán importantes: primero, que hay cadáveres que han sido atacados de forma brutal y extraña; segundo, que Ellie sigue manteniendo en secreto su condición de inmune, incluso ante Dina, cuando es mordida. Y hay más amenazas cerniéndose sobre los protagonistas, como esa tubería inutilizada por raíces de cordyceps y, por supuesto, el grupo de Abby.
Así, este primer episodio de la segunda temporada de ‘The Last of Us’ nos deja no pocas pistas para intuir que estamos disfrutando de la calma antes del huracán. Se han colocado las fichas en el tablero, pero no tardarán en derribarlo por completo y hacer volar todo por los aires.
Ficha técnica
Creador: Craig Mazin, Neil Druckmann Reparto: Pedro Pascal, Bella Ramsey, Gabriel Luna, Rutina Wesley, Kaitlyn Dever, Isabela Merced Dirección: Craig Mazin, Mark Mylod, Peter Hoar, Kate Herron, Stephen Williams, Neil Druckmann, Nina Lopez-Corrado Guion: Craig Mazin, Neil Druckmann, Hallew Gross Año: 2025 Fecha de estreno: 14-04-2025 Género: Ciencia ficción Duración: 7 episodios Plataforma: HBO Max
Sinopsis: Cinco años después de los acontecimientos de la primera temporada, Joel y Ellie se ven arrastrados a un conflicto entre ellos y a un mundo aún más peligroso e impredecible que el que dejaron atrás.
Nací en Wisteria Lane, fui compañero de piso de Hannah Horvath y ‘Chicago’ me volvió loco porque Roxie Hart soy yo. Tengo la lengua afilada, pero, como dijo Lola Flores, «me tenían que dar una subvención por la alegría».
