
El gran Grégory Gadebois sostiene con su magnífico trabajo este drama sobre la vigencia del voto de castidad y el celibato en los sacerdotes católicos. La prueba a la que se somete al personaje, el voluntarioso padre Simón, es una de las más extremas a la que se puede enfrentar un religioso: descubre que había dejado embarazada a aquella chica con quien salió 11 años atrás, cuando era novicio aún. Este imprevisto amenaza con acabar de golpe con una forma de vida al servicio de los demás que lo es todo para él.
La película describe muy bien al personaje y su circunstancia. Entregado a su ministerio y su parroquia, Simón está integrado en su comunidad, donde es un referente. Se le retrata en sus cometidos diarios. Desde los más espirituales, como asistir a los enfermos, preparar sus homilías o impartir formación espiritual a los jóvenes, hasta los más nimios y mundanos, como la limpieza de su templo. A la sorpresa le sigue la negación, y a esta el gran dilema: ¿podría compatibilizar la paternidad y el sacerdocio? La humanidad que refleja Gadebois dota de credibilidad las dudas, contradicciones y temores que asaltan a Simón.
Para espectadores inquietos por dilemas que parecen de otros tiempos
Lo mejor: plantea una cuestión pendiente desde hace siglos.
Lo peor: la ficción va perdiendo frescura y se desliza al tópico.
Ficha técnica
Dirección: Ronan Tronchot Reparto: Grégory Gabedois, Anton Alluin, Lyès Salem, Géraldine Nakache, Jacques Boudet, Françoise Lebrun País: Francia Año: 2024 Fecha de estreno: 23-05-2025 Género: Drama Guion: Ludovic Du Clari, Ronan Tronchot Duración: 93 min.
Sinopsis: En un pequeño pueblo francés, Simón es un inspirador sacerdote católico, dedicado a su parroquia. Durante un servicio, se encuentra con Louise, a quien conoció años antes de convertirse en sacerdote. Ella le presenta a su hijo de 11 años, Aloé, revelando que él es su padre biológico. Esta revelación destruye la vida cotidiana de Simón, llevándolo a cuestionar todas las certezas que han guiado su existencia.
Tres décadas dedicado a informar de cine, mi pasión. La imagen en movimiento fue la última de las Bellas Artes en surgir, la séptima, pero fue la primera que nació con la vocación maravillosa de ser disfrutada de modo mayoritario y en igualdad. Gente como John Ford, Alfred Hitchcock, Billy Wilder, François Truffaut, García Berlanga, Vittorio de Sica o Steven Spielberg, maestros de la imagen y, por encima de todo, grandes narradores, lo comprendieron e hicieron películas para todos. He tenido la fortuna de poder contarlo en Fotogramas, Onda Cero y El Mundo, entre otros medios; y en libros como ‘Hollywood al desnudo’ y ‘Crónica negra de Hollywood’. Miembro de la Academia de Cine (desde 2006).